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| El Clarinetista francés PHILIPPE CUPER no necesita introducción. Solista de la OPERA DE PARIS desde 1984, tiene además fama como docente (con cátedra en la Academia de Versailles, viaja a enseñar a universidades en Australia, Japón, Canadá y USA), como concertista y por sus incursiones en el particular mundo de la música de cámara. Entonces, cuando Vandoren decidió regalar una obra al Festival de Clarinetistas organizado por Guido Six en Ostende, era lógico que Patrick Scheidecker (Gerente de Vandoren) haya acudido a Philippe para que le proponga un compositor. Cuper no dudó en dar el nombre de Nicolas BACRI, compositor francés nacido en 1961. Este ganador del Prix de Rome a quien Elliot Carter calificó por su maestría e imaginación musical, entre los primeros compositores de su generación, fue discípulo de Saguer, Constant, Nigg y Philippot. Durante su estadía en Roma, Bacri conoció a Giacinto Scelsi y reevaluó su estilo (el cual hasta entonces seguía los pasos de la escuela vienesa). Así, a través de una serie de obras, comenzó a explorar el elemento sonoro como componente principal, casi temático. Eventualmente se planteó el desafío de - en sus propias palabras - retornar a un concepto ampliado de la sinfonía 'tonal', herencia de Shostakovich, Britten o Frank Martin ... a través de obras concebidas en sonoridades clásicas. El Concierto estrenado por Cuper en Ostende, para clarinete y orquesta de cuerdas, es de tres movimientos. El primero es un Largo Maestoso de gran tensión y lirismo, evocativo de Barber. Después de unos acordes de fanfarria, empieza una línea caracterizada por escalas menores descendentes, que se van abriendo hacia arriba en saltos de séptimas, novenas y onceavas. Con su austero acompañamiento, una tenue voz de la cuerda que culmina en terceras ondulantes, se crea una atmósfera de tristeza, casi desolador, pero pura, sin pasión. El Capriccio: Vivace Scherzando, de carácter rítmico y folclórico, es una clara referencia a Bártok. Comienza con los acordes del primero, ya mutados, para preparar la entrada del solista con una inquieta melodía primitiva. En breve esta inocente melodia está arrazada por olas de sus fugatos y una cadenza arpegios fugaces seguido por un dúo para clarinete y violín, durante los últimos brilliantes compases, el clarinete toca freneticamente mientras la cuerda lo sostiene con una versión del tema del Largo. El último movimiento retoma retóricamente el dúo melancólico del Largo, hasta que aparece un elemento rítmico que anuncia la inminencia del Allegro , que vendrá con una cita del Juego de pares del Concierto para orquesta de Bartok. La unidad temática de los tres movimientos del concierto, percibida durante el estreno, es de una maestría y sutileza que permite descubrir algo nuevo en cada sucesiva audición. De hecho, su confección perfecta es lo más français de esta obra, que no suena francesa para nada. Otra obra de Bacri, el Im Volkston, Op. 43 (1994) para Clarinete, Violín y Cello, fue presentada en Ostende por Cuper. De siete movimientos breves, es de textura similar a Messaien . Otro Concierto para Clarinete, el Capriccio Notturno, Op. 20 (1987), fue encargado y estrenado por Radio France . Publicado por Durand, no está disponible como CD aún. Al hojear las 12 páginas de su catálogo publicado por Ediciones Durand, es evidente que a Bacri no le falta inspiración, cualquiera sea el estilo que se proponga! Hay cinco Sinfonías y otras obras para gran orquesta, entre un repertorio para practicamente todos los intrumentos. Muchas de las obras fueron encargos de Radio France, o de festivales y conjuntos importantes. Su discografía es menos amplia, aunque ha ganado el Gran premio de la Nouvelle Academie du Disque por un CD de Conciertos para Cello (especialmente asombrosa en la magnífica versión de Dominique de Williencourt ), Viola y Violín (sello Etcetera KTC 1149). De las obras para clarinete, hasta ahora, una sola había sido grabada en disco- Bagatelles, Op. 12 # 2 en versión del clarinetista norteamericano David Keberle y la pianista Shishomi Kishida (EDI-PAN PRC S20 57). Afortunadamente, Philippe Cuper acaba de grabar los Conciertos y las obras de cámara para el sello inglés Clarinet Classics. Samuel Barber declaró que "aunque dicen que no tengo estilo propio, no me importa. Sigo haciendo lo mío. Creo que este requiere un cierto coraje". Bacri expresa su propia posición de la siguiente manera: "Me parece infructuoso y peligroso pretender que haya un consenso en materia de creación artística en el Siglo XX. ...Este época parece un gigante campo de batalla donde las victorias y fracasos son definitivos solamente para gente con mente y corazón cerrados. No son las verdadera victorias las que el artista gana dentro de si, cuyo costo es la soledad de la posición independiente, que no cede a presiones externas? |
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| Desde Chile, Penelope Knuth nos envía este interesante artículo con relación a la participación de Philippe Cuper en el Festival Mundial de Clarinete realizado en Ostende, Bélgica en 1999 por la International Clarinet Association - quizás el mejor que se ha organizado a la fecha. Gracias a Penélope por su valiosa colaboración. |
| En Ostende Philippe Cuper Estrenó un Concierto para clarinete de Nicolas Bacri. |
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