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Cada instrumento musical cuenta con sus héroes históricos y sus héroes presentes que nos transportan a una dimensión más allá de lo sueños: al mundo de los sonidos, al mundo mágico de la música. El clarinete bajo nació tarde en la orquesta y permaneció incógnito por un largo periodo de su existencia, hasta que cierto músico - nuestro héroe - nos enseñó que este hermoso instrumento es capaz de ser protagonista. El primer promotor del clarinete bajo, el maestro Josef Horák, descansa en paz. Lo invitamos a conocer a este ejemplar instrumentista.
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       Fallece una leyenda del clarinete bajo: Josef Horák


  
Nacido el 24 de marzo de 1931 en Znojmo, Checoslovaquia, Josef Horák fue el primer promotor del clarinete bajo en el mundo. La primera Convención Mundial del Clarinete Bajo llevada a cabo en Holanda el pasado octubre del 2005 celebraba, justamente, los cincuenta años del primer recital ofrecido en el mundo. El protagonista como podrán adivinar fue Josef Horák a la edad de 24, quien se había propuesto demostrar que el clarinete bajo podía convertirse en voz solista, y sin saberlo, abrir un nuevo sendero para todas las siguientes generaciones.
Josef Horák
Josef Horák en Amberes - Bélgica
Josef Horák, Jan Guns y Henry Bok durante la convensión mundial del clarinete bajo
Sus inicios

Josef empezó a estudiar el clarinete a los once años de edad con su padre - flautista de la Orquesta de la Opera de
Brno - pero su educación musical había empezado a los seis años, con clases de violín, luego piano y órgano. A los catorce años fue alumno de la Escuela de Música de Brno. Ahí, sus maestros fueron Frantisek Horák (no relacionado con él) y Antonin Dolezal. Horák terminó sus estudios musicales en 1952, y ya era miembro de la Orquesta Sinfónica de la Radio de Brno para entonces.

Durante la grabación de la obra
Uspavanka y bajo la batuta de Bretislav Bakala, un colega suyo se enfermó, y Horák tuvo que coger el clarinete bajo, oportunidad que le permitió enamorarse de ese bello e ignorado instrumento. Poco a poco empezó a especializarse: su aventura con el registro agudo empezó con su padre, ya que como flautista, lo orientaba en ese campo. Luego consultó a cantantes (nombres como Vera Soukupova, Brigita Sulcova)  sobre el falsete y la producción de sonido. Esta investigación dio como resultado un rango de casi cinco octavas en el clarinete bajo.

Fue en 1955 que ofreció el primer recital íntegro con el clarinete bajo. Esa noche era su cumpleaños. Pronto varios conciertos llegaron y la conquista de algunos premios, como los ganado en 1959: el premio "Janacek" y la Medalla de Oro en el Concurso Nacional de Instrumentos de Viento. Uno de los problemas que tuvo que afrontar al comienzo fue la falta de repertorio original: solo contaba con la sonata de
Othmar Schoeck (escrita en 1927 - 28), por lo que tuvo que hacer transcripciones y arreglos de obras escritas para cello o clarinete. Aquí se puede ver su impacto y legado: más de 500 obras ha sido escritas exclusivamente para este intrépido músico checo, quien dio a conocer las bondades del clarinete bajo al mundo.



Nuevos ensambles

Ya que el clarinete bajo es un instrumento relativamente nuevo, su repertorio es bastante reciente, moderno. Horák fundó en 1961 el ensamble
"Música Nova Brno" que consistía en flauta, clarinete bajo, piano y percusión, y se dedicaban a la interpretación de obras nuevas. Este ensamble se presentó incontablemente en los siguientes años, y parte de su mérito fue el de introducir por primera vez la música de Stockhausen en Checoslovaquia.

Su éxito como intérprete empezaba a ser oído en otros países.
Stockhausen lo invitó en 1968 a ser parte de un ensamble que estrenaría su Musik für ein Haus. Esto sucedió en la ciudad de Darmstadt, famosa por su vida modernista y de experimentación en el campo musical en esos años. Pero esa no fue la primera oportunidad que tuvo Horák de visitar Darmstadt: ya en 1961 había visitado dicha ciudad para tocar en el prestigioso ensamble Kranichsteiner Kammerorchester, invitado por Bruno Maderna. Este éxito como intérprete lo animó a renunciar en 1963 a su puesto en la Orquesta Filarmónica de Brno - puesto que consiguió en 1956 - y mudarse a Praga.

Ya en Praga, Horák fundó un nuevo ensamble, llamado
"Sonatori di Praga" el cual consistía en flauta, clarinete bajo, piano, percusión y cembalo, éste último marca la diferencia instrumental con el ensamble Musica Nova Brno.


El Due Boemi di Praga

Pero Horák no descansó ahí. Luego de intensa actividad con su nuevo ensamble
"Sonatori di Praga", pronto decide crear un dúo con la pianista de dicho ensamble, Emma Kovárnová. Horák explica que su elección por Emma fue su adaptabilidad, sonido, técnica y expresión sobresaliente en ella. Este dúo conoció un tremendo éxito en el mundo: no sólo se han presentado en puntos tan extremos como Africa, Cuba o Japón, sino además provocaron toda una ola de obras nuevas que forman hoy por hoy parte del repertorio obligatorio del clarinete bajo. Su éxito fue reconocido por el gobierno checo, y así el Due Boemi di Praga fue proclamado "ensamble de cámara oficial de la Orquesta Filarmónica Checa". Esta nueva situación les ofreció la estabilidad para dedicarse íntegramente a la música (recibían entonces un salario mensual).

El nombre del dúo fue originalmente "
Due Boemi", pero "la gente pensaría que éramos dos músicos de cantina, asi que le agregamos Di Praga, ya que el nombre se refiere a Boemios de Checolslovaquia", confiesa Josef en una entrevista en el 2001.

Como maestro, Horák enseñó en Kulturamt desde 1969, impartiendo clases de clarinete y clarinete bajo. También formó parte del profesorado del
Conservatorio de Praga en 1974, pero se retiró en 1979.


Paul Hindemith

Como mencionábamos anteriormente, Horák enfrentó el problema del repertorio en un principio, ya que las obras originales para el clarinete bajo eran contadas con la palma de una mano. En el año 1959, Horák acababa de tocar para la radio alemana la obra
Mládí de Janacek, y mientras se relajaba con algunos de sus colegas, les mostraba algunas de las notas agudas que podía obtener en el clarinete bajo. En ese momento, un hombre bastante maduro los interrumpe, se dirige a Josef y le pregunta: ¿Puede tocar más agudo y más fuerte? ¿Puede tocar pianissimo? ¿Qué obras interpreta en el clarinete bajo? Definitivamente Horák había llamado la atención de este individuo. "Solo toco transcripciones porque no existen obras originales" le respondió Josef, para escuchar inmediatamente un consejo del visitante: "¡Toque la Sonata para fagot y piano de Hindemith!". -¿Existe alguna transcripción? pregunta inocentemente Josef, "Oh, Hindemith se sentirá contento si usted la toca. ¡Yo soy Paul Hindemith!". Luego de este encuentro, el compositor alemán elaboró inmediatamente una transcripción para Horák, y además, le autorizó tocar la parte de saxo tenor de su Trio Op. 47. Hindemith había declarado anteriormente que el clarinete bajo no estaba en capacidad de ser instrumento solista,  pero luego de su experiencia con Horák, se contaba que ahora Hindemith decía:  "¡Si, un maravilloso instrumento el clarinete bajo!"



Su último concierto


El pasado mes de octubre se organizó por primera vez en la historia una
Convención Internacional del Clarinete Bajo, y el invitado de honor fue Josef Horák, quien se presentó junto a Emma Kovárnová. Este gran evento internacional celebraba el primer recital que ofreciera Horak allá en 1955 - ¡sólo cincuenta años atrás! Esa fue su última presentación en público.
Una leyenda musical que descanza en paz. Horák falleció el miércoles 23 de noviembre en Alemania. La ceremonia fúnebre se llevará a cabo el viernes 2 de diciembre a las 5: 00pm en la ciudad de Biberach. Su legado vivirá siempre en todas las nuevas generaciones que nacieron fruto de la pasión de un hombre, cuya vida dedicó a la música y cuya música tocó tantas vidas.
De izquierda a derecha: Jan Guns (Bélgica), Henry Bok (Holanda) y el maestro Josef Horák, durante la Convención Mundial del Clarinete Bajo en octubre del 2005.
Josef Horák durante su visita en el conservatorio de Amberes en Bélgica en 1997.